Interpretando la realidad literaria
Haciendo
referencia a la entrada anterior, he rescatado de la memoria una pequeña
composición literaria que tuvo sus orígenes en This Side of Paradise. Después de vivir el primer verano
universitario –y tras unas cuantas lecturas inspiracionales– sentía que
comenzaba a despertar en mí una inquietud por escribir, por interpretar la
realidad y contexto en que me movía y, por decirlo de alguna manera, imprimir
mi sello en aquellos días. Fruto de esa efervescencia literaria en la que
estaba inmersa, nació el poema que adjunto más abajo. A día de hoy no tiene
título, por aquel entonces no quise dárselo. No era mi intención enjaular
aquellos versos, precisamente por la espontaneidad con que se manifestaron…
Paredes blanquitas,
paredes bonitas...
Y entre tanto
enclaustro
la boca que grita
¡repetid conmigo: eins,
zwei, drei...!
Por la ventana
se contempla la escena:
Hojas al viento,
Aves que vuelan...
...¡eins, zwei, drei...!
Sin rumbo, sin destino
Golpean los cristales
Rompen el silencio
Agudizan el ingenio...
Bajo el farol
ceniciento
Habita su morada
Allá donde las aves nunca
mueren…
Maraña de pensamientos,
De mentes agitadas,
De futuros inciertos...
Quiero emigrar, quiero volar lejos...
¡callaos! ¡repetid de
nuevo: eins, zwei, drei...!
Y entre tanta confusión y
hastío
de morfemas,
lexemas
y fonemas
Se encuentra el ojo
distante
La mente que precisa
La conciencia que
dicta
La mano que escribe este
poema.
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